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La impresión de cuentos infantiles es una muy buena opción para publicar en papel un libro infantil y es una buena manera de emprender el viaje como autor autopublicado de cuentos infantiles. Publicar un libro para niños es un gran paso y probablemente también un sueño, por lo que es recomendable contratar a una imprenta de libro infantil especializada que pueda ofrecerte un buen servicio, asesoramiento y un buen producto final.
Imprimir libros y cuentos infantiles es una opción para aquellos autores que no quieren depender de un gran sello editorial y que buscan controlar su libro en todo momento. Además, las imprentas digitales ofrecen muchas opciones en cuanto acabados de libros y promocionar el libro gracias a internet y las redes sociales es cada vez más sencillo. La dificultad de conseguir una editorial interesada en la publicación de un libro ha dejado de ser un problema. Si quieres imprimir un cuento infantil, solo debes proponértelo y ponerte en contacto con una buena imprenta digital especialista en impresión de cuentos infantiles como es Printcolor.
Un libro o un cuento escrito para niños siempre debe tener en cuenta la edad del lector. Si es un cuento infantil con dibujos, lo más importante serán las imágenes e ilustraciones y no tanto el texto. Por lo que la impresión del cuento infantil debe hacerse teniendo en cuenta cómo es el libro. Si el libro es para niños que ya saben leer, las imágenes pasarán a un plano secundario y se dará prioridad al texto. Los cuentos infantiles deben saber adaptarse a la edad y a las necesidades de sus lectores. Los libros infantiles pueden ayudarles a aprender a leer o a iniciarse en el mundo de la lectura, y es importante tenerlo en cuenta de cara a la impresión del cuento infantil.
Un aspecto muy importante en el diseño de un libro para niños es la portada, esta debe llamar la atención de los pequeños y ser atrayente. Es recomendable contratar a un ilustrador para que se encargue del diseño de la portada. La portada de un libro para niños debe estar pensada para ellos y las letras del título deben ser fácilmente legibles. Se recomienda también utilizar colores vivos y llamativos. Además, los niños no van a leer una sinopsis por lo que debe realmente atraerlos la portada para que quieran leerlo. El interior de un libro o cuento infantil también debe estar muy cuidado. Suelen incluirse ilustraciones en las páginas para hacer más amena y divertida la lectura, y conseguir que los niños mantengan la atención en el libro. Las ilustraciones de las portadas en los cuentos infantiles, sus interiores y los acabados del libro son realmente lo que hará que los niños quieran leer el libro.
La impresión de un cuento infantil es parecida a la impresión de un libro para adultos. Como con cualquier libro que queramos autopublicar debemos tener en cuenta aspectos técnicos antes de enviarlo a imprenta. Tenemos que decidir el número de ejemplares, ya que dependiendo de la tirada variará el precio de impresión. Además, si el libro lo queremos publicar con la intención de comercializarlo haremos una tirada más larga que sí es un libro para regalar del que queremos pocos ejemplares. Antes de enviar el libro a imprenta este debe estar bien maquetado, por lo que siempre se recomienda encargar la maquetación si no se tienen los conocimientos para realizarla.
Para encuadernar un cuento infantil también debemos tener en cuenta que puede hacerse en tapa rústica o en tapa dura. Además de decidir la encuadernación también debemos tener en cuenta el tamaño y medidas del libro, así como el número de páginas del libro. Los libros ilustrados infantiles suelen tener un tamaño más grande y pocas páginas, así como los libros diseñados para niños que aún no saben leer. En cambio los libros para niños que ya saben leer y están habituados a la lectura suelen ser más pequeños incluso del mismo tamaño que los libros para adultos y suelen contar con más páginas.
Los cuentos infantiles se imprimen a color, ya que el color resulta llamativo y es más probable que el pequeño se sienta atraído por un libro con colores que por uno en blanco y negro. El gramaje de los cuentos así como los acabados del libro, tanto de la portada como del interior, son aspectos que pueden hacer que el cuento infantil llame la atención por lo que también deben cuidarse cuando se prepara su impresión.
Los libros para niños suelen apostar por materiales llamativos además del papel. Según la edad de los niños los libros pueden estar hechos de materiales que no sean papel para adaptarse a sus necesidades: estos pueden ser tela, cartón, plástico, espuma, entre otros materiales. Por lo que cuando vamos a diseñar un libro para niños debemos tener en cuenta el material y el formato del libro.
Los cuentos para bebés suelen ser de tela y ropa para que no los rompan y puedan jugar con ellos. Además, los bebés suelen llevarse la mayoría de los objetos a la boca, por lo que los libros de tela pueden morderlos sin miedo a romperlos. De tela, podemos encontrar cuentos con forma de animales, cuentos que se convierten en manopla o con la forma de un libro tradicional. También podemos encontrar cuentos de plástico blando o espuma pensados para bebés para que durante la hora del baño los pequeños se entretengan. En estos libros el material es el aspecto más importante del libro. Estos cuentos están pensados para divertir a los niños y que sean su primer contacto con los libros. Muchos no tienen letra, son solo un juguete más para el bebé para que asocien el cuento a un momento de diversión.
Los libros de cartón son los que siguen a los cuentos de tela y plástico a medida que el pequeño crece. El cartón es un material robusto y resistente, que difícilmente se rompe. Estos cuentos infantiles se recomiendan para niños de 2 a 6 años. Esto no quiere decir que los niños de estas edades no puedan tener libros de papel, pero sí deberán ir con más cuidado y probablemente mirarlos y leerlos con un adulto. Los libros de cartón suelen tener páginas de un gramaje muy elevado, grandes ilustraciones y textos muy breves y sencillos con tipografías muy grandes. Además, muchos libros de cartón tienen las esquinas redondeadas para evitar que los pequeños se hagan daño.
Los cuentos ilustrados suelen ser en tapa dura. Estos libros están diseñados teniendo en cuenta el público infantil al que se dirigen, por lo que el formato para cuentos infantiles suele ser grande además de tener muchas más imágenes que texto y pocas páginas. Los cuentos ilustrados están pensados para niños y niñas que aprenden a leer por lo que suele haber un par de líneas por página con una tipografía grande, mayoritariamente en mayúsculas y legible. Muchos cuentos infantiles clásicos se encuentran ilustrados en este formato, además de cuentos nuevos de autores contemporáneos. También hay libros ilustrados para los más pequeños que no cuentan con texto y solo tienen ilustraciones.
Para los niños a partir de 6 años que ya empiezan a leer por ellos mismos, podemos encontrar muchos formatos de libros. Desde los libros ilustrados ya con más letra, a libros pop-up con elementos de papel que sobresalen al abrir la página, a pequeños libros en formato bolsillo normalmente de tapa blanda con la letra grande y legible.
Los libros de tapa blanda suelen contener ilustraciones para hacer la lectura más entretenida y están pensados para que los niños los lean sin ayuda y así se inicien en el hábito de la lectura. La mayoría de las colecciones de libros infantiles para niños que saben leer se encuentran en este formato. Si el libro tiene muchas páginas, también se puede encuadernar el cuento infantil con tapa dura.
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